
Texto: la Condesa de Bobadilla. La hija de la Infanta Doña Elena y Don Jaime de Marichalar, que cumplirá 19 años en Septiembre, eligió Sevilla, ciudad por la que Doña Elena siente gran cariño, para su puesta de largo en un acto público. Y lo ha hecho como madrina de la Exhibición de Enganches de la Maestranza, institución con la que la Casa Real tiene una gran vinculación, no en vano su abuelo, nuestro Rey Emérito Don Juan Carlos, sigue siendo su presidente de honor.
Fue una puesta de largo a la antigua. Victoria Federica, elegantísima, lucía un traje clásico en crepe de seda en tono albero del diseñador Enrique Rodríguez Hidalgo, con mantilla beige de encaje de Bruselas, peina de los años 50, abanico imperio y mantón de Manila del siglo XIX. Destacaron los zapatos de Manolo Blahnik de estilo goyesco en color mostaza con adorno de madroños de colores, regalo de su padre.

En definitiva, un homenaje a la ciudad donde se casaron sus padres, y por la que siente la misma devoción que su madre; ambas a imagen y semejanza de su bisabuela, Doña María de las Mercedes, que pocas veces faltó a su cita con la feria, amante como era del mundo del toro y los caballos.
Su aparición fue precedida por la Banda de Clarines del Escuadrón de la Guardia Civil, que celebraba el 175 aniversario de la fundación del cuerpo. Tras ellos, salió su coche, tirado por cuatro caballos engalanados al estilo andaluz, que dio la vuelta al ruedo. En la plaza, sus padres contemplando su debut en sociedad.



Previa a la exhibición, Victoria Federica participó en una cena organizada por el Real Club de Enganches de Andalucía en el Museo de Carruajes de Sevilla. De nuevo resaltó en ella su elegancia, sencillez y naturalidad. Lució un vestido largo en color rojo con escote en V y fruncido en la cintura, de la diseñadora Vicky Martín Berrocal, que resaltaba su esbelta figura.
Durante la cena, emocionada, recordó la vinculación de su familia con Sevilla y confesó que estaba nerviosa porque sentía mucha responsabilidad al “formar parte de una institución cuyo presidente de honor es mi abuelo, el Rey Don Juan Carlos. Espero estar a su altura, sabe que será siempre un ejemplo de vida para mí por su dedicación en su trabajo y amor por España a lo largo de toda una vida”.


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